Nuestras horas están contadas es una obra impactante de Marco Amerighi que nos transporta a un verano de 1985 en Badiascarna, un pequeño pueblo de la Toscana. La historia gira en torno a Sauro Terra, un joven que atraviesa las turbulentas aguas de la adolescencia, luchando contra la desorientación y el deseo de no convertirse en la imagen de su padre, Rino Terra, quien ha quedado atrapado entre la nostalgia y el abandono tras su jubilación anticipada.
A medida que Sauro se siente abrumado por la situación de su padre, decide romper con su hogar y formar un grupo de amigos que lo acompañen en su búsqueda de identidad y libertad. Junto a personajes entrañables como Momo, un chico tímido, el Doctor, un rebelde instintivo, y el Trifo, un joven con visiones perturbadoras, Sauro inicia una aventura musical inusitada que tiene lugar en un matadero, un escenario poco convencional que añade un toque único a su historia.
La llegada de Bea, una misteriosa joven que irrumpe en sus vidas, trae consigo una chispa de esperanza y la posibilidad de una nueva energía en el grupo. Sin embargo, justo antes de su primer concierto, el Trifo desaparece, un acontecimiento que pone en jaque todos sus sueños y aspiraciones.
Veinte años más tarde, Badiascarna sigue congelada en el tiempo, pero Sauro ha transformado su vida huyendo de su pasado, convirtiéndose en un adulto que ha cortado lazos con su infancia. El equilibrio que había logrado se ve alterado cuando recibe la noticia de la desaparición de su padre. Esta revelación lo obliga a regresar a su pueblo natal, donde se verá forzado a enfrentar los recuerdos que había querido enterrar.
La búsqueda de Rino no solo se convierte en un intento por hallar a su padre, sino en un profundo viaje de autoexploración. A través de esta travesía, Sauro se enfrenta a preguntas cruciales que han quedado sin respuesta: la razón de la expulsión de casa, el destino del Trifo y el paradero de sus amigos. Este proceso de confrontación con su historia personal revela que el pasado nunca desaparece por completo y que los lazos que nos unen con nuestra infancia pueden, de alguna manera, dictar el rumbo de nuestro presente.
Nuestras horas están contadas es más que una simple narrativa; es una profunda reflexión sobre la pérdida, la amistad y la complicada relación con el legado familiar. Amerighi captura magistralmente la esencia del crecimiento personal y la necesidad de reconciliarnos con las marcas que deja el pasado, recordándonos que nuestra existencia es un viaje constante de búsqueda y redescubrimiento. Con una prosa cautivadora, el autor nos invita a explorar las complejidades de las relaciones humanas y el impacto duradero de nuestras decisiones.
