Los relatos "La condena" y "El fogonero" de Franz Kafka fueron escritos a finales de 1912, un período considerado como uno de los más productivos en la vida del autor, durante el cual también completó su obra "La transformación". Inicialmente, su editor Kurt Wolff propuso reunir estos relatos en un solo volumen bajo el título "Los hijos", ya que Kafka indicó que existía un “nexo secreto” evidente entre ellos.
En "La condena", el personaje principal, Georg Bendemann, es un joven comerciante que celebra su reciente compromiso con una mujer. Sin embargo, la noticia provoca un encuentro tenso y angustiante con su padre, quien lo confronta de manera violenta a través de una serie de reproches. Este enfrentamiento se convierte rápidamente en una pesadilla psicológica que refleja las complejas relaciones familiares y la lucha interna del protagonista frente a las expectativas y juicios de su padre. La historia explora temas profundos de culpa, alienación y la inevitabilidad del destino.
Por otro lado, "El fogonero" se presenta como el primer capítulo de la novela inconclusa "El desaparecido", que fue publicada póstumamente. Esta narrativa sigue las aventuras de Karl Roßmann, un joven que se embarca en un transatlántico con destino a Nueva York. Karl ha sido enviado por sus padres a este nuevo mundo en busca de fortuna, después de haberse visto envuelto en un escándalo. A través de las peripecias y encuentros que vive a bordo del barco, Kafka aborda la experiencia de la emigración, la búsqueda de identidad y el desencanto que acompaña a quienes buscan un futuro mejor en tierras extranjeras.
Ambos relatos ofrecen una profunda reflexión sobre la condición humana, las relaciones interpersonales y las tensiones sociales de la época, consolidando a Kafka como uno de los grandes exponentes de la literatura moderna. La editorial Fernández Editores presenta estos textos esenciales que siguen resonando en los lectores contemporáneos, invitándolos a explorar la complejidad de sus temas y la singular voz del autor.